En ocasiones la EP puede progresar sin ningún síntoma ni dolor, sobre todo en fumadores, pero en las revisiones regulares puede ser detectada y tratada para evitar su avance. Los síntomas más frecuentes: encías rojas e inflamadas, sangrado, dientes flojos o separados, mal aliento continuo, cambios en la mordida, apertura de espacios, aumento de la sensibilidad dental al frio, abscesos y flemones.

La Gingivitis es reversible y se trata con medidas de higiene y una limpieza profesional. En la Periodontitis, se puede parar la evolución con tratamiento, pero el hueso perdido es irreversible y su tratamiento es más complejo.

En casos de remodelado óseo y en casos de sensibilidad para cubrir raíces expuestas.

Es una limpieza en profundidad con anestesia local para eliminar los depósitos de bacterias acumulados entre las encías y la raíz de los dientes, frenando así la destrucción del tejido óseo y eliminando también el mal aliento.

Si alguna vez has sentidos molestias en tu boca, como una sensación de dolor en las encías acompañada de hinchazón, probablemente se trate de un problema periodontal que está afectando a tu salud bucodental. Este tipo de dolencias puede afectar a nuestra vida normal, ya que al masticar los alimentos o cepillarnos los dientes, las molestas se agudizan en nuestra boca y nos impiden disfrutar a la hora de comer.